(incluso en el peor rincón de un congreso)
El Problema de la Foto "Muda"
Vemos cientos de imágenes al día. En LinkedIn, en webs corporativas, en todas partes. Muchas son técnicamente impecables: una iluminación cuidada, un enfoque nítido, un equipo que se adivina caro. Y, sin embargo, muchas de esas fotos no nos dicen nada.
Son visualmente correctas, pero emocionalmente mudas.
Como fotógrafo, mi misión es que cada imagen cuente una historia y transmita un mensaje claro
El Retrato de 3 Minutos en el Backstage
Imagina la escena, porque la vivo constantemente en eventos y congresos
Es en ese preciso instante donde la técnica (el ISO, la velocidad, la apertura) deja de ser la protagonista. Es el momento de la Intención.
¿El Retrato "Describe" o "Influencia"?
Aquí entramos en el corazón del asunto. ¿Qué es la "intención"? Es el propósito. Es la respuesta a la pregunta: "¿Qué queremos contar con esta foto?" .
Y esto nos lleva a un debate fascinante: ¿un retrato debe describir la verdad de una persona, o debe influenciar la percepción del espectador?
La respuesta honesta es: siempre es una interpretación.
Cuando trabajo en un proyecto personal, esa interpretación es mía. Busco una verdad artística, mi visión sobre el sujeto.
Pero cuando se trata de un trabajo de encargo —un retrato corporativo para una web
Mi trabajo es usar el lenguaje visual para comunicar el mensaje correcto en el contexto
Cuando la Intención Manda
Volvamos a ese rincón del congreso.
No hay "magia", hay lenguaje visual aplicado bajo presión. Cuando no puedes crear la luz, tienes que encontrarla.
La Intención (el mensaje) es lo que te hace ver esa única línea de luz que entra por una puerta entreabierta al fondo del pasillo. Te obliga a ignorar el caos y usar la textura de una pared de hormigón para añadir carácter. Te exige dirigir al ponente con dos palabras ("mentón arriba, mírame como si acabaras de cerrar el trato") para que su postura hable por él.
La satisfacción de conseguirlo es inmensa. Es la prueba de que el lenguaje visual funciona. Es saber que la carencia de equipo te ha forzado a ser doblemente creativo con el mensaje, y el resultado es, a menudo, más auténtico y poderoso que el de un estudio aséptico.
La Filosofía detrás de la Práctica
Esta forma de trabajar es exactamente la misma que aplico en mi faceta de educador.
En mis cursos de fotografía
Quiero que pasen del "¿Cómo hago la foto?" al "¿Qué quiero contar con ella?".
Por eso mis clases se centran en la experiencia práctica
El Destino de la Imagen
Al final, al cliente que necesita ese retrato en el congreso no le importa si usaste un flash de 5.000€ o el reflejo de una bandeja de metal. Al espectador que ve la foto en LinkedIn no le importa si fue difícil o fácil.
Lo único que importa es el resultado.
La técnica es el vehículo. La intención es el destino. Y un gran retrato se define, siempre, no por la ausencia de fallos técnicos, sino por la presencia de un mensaje claro